Allegro ma non troppo
Hace 30 años que el italiano Carlo Maria Cipolla, respetado historiador del pensamiento económico, sacó ese librito que le hizo mundialmente famoso, “Allegro ma non troppo”, un divertidísimo ensayo sobre la estupidez.
Concluye el historiador su breve texto definiendo las cinco leyes fundamentales de la estupidez, a saber:
Primera, siempre subestimamos la cantidad de estúpidos que hay en el mundo.
Segunda, la estupidez es una cualidad independiente de cualquier otra, no está asociada ni al dinero que se tenga o a la clase social o a la educación recibida, los estúpidos lo son de manera absoluta y democrática y siempre habrá en la Tierra un determinado porcentaje de imbéciles (que siempre tenderemos a subestimar).
Tercera, un estúpido es alguien que causa daño a los demás sin obtener con ello ningún beneficio e incluso perjudicándose a sí mismo.
Cuarta, por desgracia también subestimamos la inmensa capacidad de los estúpidos para hacer daño (sobre todo, añado yo, cuando a la estupidez se le suma redundantemente el fanatismo).
Y quinta: el estúpido es, pues, el individuo más peligroso del mundo. De hecho, los estúpidos son mucho más peligrosos que los malvados.